que camina por la igualdad,
la paz y la justicia
en un mundo de ricos y pobres
de reyes y esclavos
soy una voz que grita
en el desierto
soy arena del mar
luciérnaga en la oscuridad
como árbol talado
que retoña en el tiempo
pierdo fuerza en mi propósito
lejos de abandonarme
generoso y cautivo
siervo de Dios
las reliquias de mi ser
renacen por la libertad
florecen por la paz
dan frutos por la justicia
por un mundo mejor
donde los niños vivan su etapa
los jovenes se desarrollen
en su ciencia, arte y tecnología
las mujeres tengan los mismos
derechos y oportunidades
los políticos sean honestos
sirvan a su pueblo...
sin pobres ni ricos
como hermanos coterráneos
que comparten este Edén
en paz, amor y armonía
una ilusión o quimera
que todos debemos tener
porque todos nacemos
con un talento para servir
en un propósito divino.
Anibal Huamán Vergaray